La iluminación es de vital importancia en nuestro quehacer diario y en ocasiones no se le presta la adecuada atención. A la hora de diseñar o planificar la iluminación de un espacio, debemos plantearla correctamente ya que esta acaba repercutiendo en nuestras vidas, estados de ánimo y en algunos casos, puede acarrear consecuencias para la salud.
Esta atención es especialmente importante en entornos laborales, profesionales y de oficinas. Pasamos muchas y largas horas en nuestros puestos de trabajo, y muchos de estos trabajos son en una oficina o espacio interior, desarrollando distintos tipos de actividad.
Iluminación recomendada por zonas de la oficina
Cada actividad requiere un determinado grado de luz, que debe ser acorde al tipo de actividad que se desarrolla y dónde ésta tiene lugar. No se requiere la misma cantidad de luz o iluminancia (cantidad de flujo luminoso que incide sobre una superficie por unidad de área) en una zona de paso en una oficina, que en un mostrador de recepción o sobre una mesa de dibujo técnico.
La luz recomendada para oficina es la siguiente:
- Mesas de trabajo, administrativo: 400 a 700 lux.
- Mesas de dibujo, diseño: de 600 a 1.500 lux.
- Salas de reuniones, juntas (iluminación general): de 200 a 350 lux.
- Salas de reuniones, juntas (sobre la mesa): 400 a 700 lux.
- Archivos: de 100 a 400 lux
- Zonas de paso: de 150 a 500 lux


Normativa para Iluminación en Oficinas
El Real Decreto 486/1997 hace referencia a las condiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo y las condiciones lumínicas por cada espacio de trabajo.
En primer lugar, se establece que la iluminación variará y debe adaptarse a las características de las actividades que se realicen en espacios determinados. Se deben tomar en cuenta dos principios claves; los riesgos para la seguridad y las exigencias visuales para desarrollar tareas.
La normativa también contempla lo siguiente:
-
-
- La preponderancia de la luz solar ante la luz artificial, si esta no cubre las necesidades laborales se incluirá la iluminación artificial general, si de igual forma esta no llegara a cubrir las necesidades visuales, se colocará luz focalizadas en zonas específicas.
- Niveles mínimos de iluminación determinado en lux. en zonas donde se realicen tareas con exigencias visuales bajas se contará con un mínimo de 100 lux. En lugares con necesidades altas será de al menos 1.000 lux.
- La distribución de áreas de trabajo sugiere que la repartición luminaria debe ser lo más uniforme posible, evitando variaciones bruscas, especialmente en las zonas operativas.
-
Confort visual
El confort visual nos permite analizar e incidir sobre la forma de conseguir la mayor comodidad y eficacia de una persona cuando realiza tareas que implican una exigencia visual importante.
Se trata de un factor muy importante a la hora de planificar o realizar cualquier proyecto de iluminación, y en especial en proyectos relacionados con el alumbrado en el ámbito laboral o en oficinas.
Hay varios y diversos factores que condicionan el confort visual. Por ejemplo, el deslumbramiento directo generado por equipos y aparatos de iluminación, la reflexión de fuentes de luz en superficies de trabajo o en monitores de ordenador, contrastes excesivos de iluminancia entre áreas de trabajo y ambiente general, entre otros factores. La no observancia puede redundar en un bajo confort visual en el lugar de trabajo, así como degenerar en fatiga visual, dificultad de concentración, cansancio, estrés, migrañas, reducción de la productividad, etc. en los trabajadores.

Temperatura de color de la luz
Un aspecto fundamental es la temperatura de color de la luz. El color transmite sensaciones y puede ayudar a crear e influir en los estados de ánimo y en el comportamiento de las personas. Por tanto, una adecuada temperatura de color es fundamental para garantizar el bienestar de los trabajadores en una oficina, e incluso mejorar el ambiente de trabajo, el rendimiento y la productividad.
Cabe distinguir entre 3 tipos diferenciados de color: calientes, neutros y fríos. La elección de una iluminación de un color u otro vendrá determinada por el tipo de actividad a realizar en cada espacio o de la funcionalidad de los espacios (pasillos, accesos, etc.).
Costes económicos
Hoy en día no es viable realizar un proyecto de iluminación sin tener en cuenta los aspectos económicos que va a conllevar. Factores tales como el ahorro energético, la durabilidad de las luminarias, la reducción de los costes de mantenimiento, la optimización del uso (mediante sistemas de control y domóticos, así como mecanismos automáticos), sectorización de las luminarias por fases, etc.
En Vive Energía, nuestros actuales sistemas de iluminación LED de oficinas, con un alto rendimiento y prestaciones, permiten realizar proyectos e instalaciones integrales en oficinas generando importantes ahorros a lo largo de su vida útil. El ahorro se percibe especialmente en mantenimiento y en consumo, a la vez que, a través de una acertada planificación y diseño, logran mejorar la ergonomía visual. Esto se debe en gran parte a los diseños y prestaciones de las luminarias en sí, así como a la posibilidad de uso de una amplia gama de temperaturas de color, la existencia de nuevos formatos para cada posible aplicación, sus posibilidades de regulación, de integración en el espacio, etc.
