El pádel es una de las prácticas deportivas que más se ha extendido en los últimos años. En este deporte, al igual que en otros donde el juego puede desarrollarse a gran velocidad, la visibilidad de la pista y, muy especialmente de la pelota, es fundamental tanto para los participantes como para los espectadores.
Características de la pista de pádel
Según nos indica el Consejo Superior de Deportes en la normativa sobre instalaciones deportivas y de esparcimiento (NIDE), donde se establecen las condiciones de diseño y construcción de dichas instalaciones, tenemos que:
La pista de pádel es rectangular y tiene unas dimensiones interiores de 20m x 10m.
La pista cuenta con dos tipos de cerramientos según el tipo de rebote que ofrecen: regular (muros de cristal templado o convencionales) o irregular (malla metálica).
Los cerramientos se elevan entre 3 y 4 metros alrededor de la pista.
La altura libre entre cualquier elemento como el techo o las luminarias y el pavimento debe ser de al menos 6m en toda la superficie de juego.
La normativa recoge también cómo han de ser el resto de elementos del campo, como por ejemplo: la altura de la red, qué orientación deben tener las instalaciones al aire libre o cuánto ha de rebotar la pelota.

¿Cuántos lúmenes necesita una pista de pádel?
Nivel de iluminación que se mide a nivel del suelo y en luxes, no en lúmenes. El número de lúmenes en una luminaria nos indica la cantidad de luz que emite, no la que incide en un determinado punto.
En cumplimiento de la norma UNE-EN 12193 diferenciaremos varios niveles de iluminación horizontal mínimos requeridos. Estos dependen del nivel de la competición y la ubicación, según sea interior o exterior, de la pista:

Hemos de tener en cuenta que, en competiciones retransmitidas por televisión los requisitos lumínicos específicos que deben satisfacerse, si se quiere ofrecer unas imágenes de calidad, son más elevados que los mínimos que recoge la norma.
Reducir el deslumbramiento
El deslumbramiento es un factor que dificulta la visión en campo, pudiendo limitarla severamente.
Es fundamental estudiar con detenimiento cómo minimizamos los efectos del deslumbramiento en nuestro sistema de iluminación y, sobre todo, utilizar luminarias con una óptica especialmente diseñada para este fin.
¿Cuánto se ahorra al iluminar un campo de pádel con LED?
Sin duda, una motivación extra para reemplazar los focos de una pista por unos de LED es el ahorro en el consumo de energía que se consigue y cómo se refleja en la factura de la luz.
Una de las sustituciones más habituales es la de focos proyectores, habitualmente ocho, de halogenuro metálico de 400W por unos de LED de 150/200W.
Considerando un uso de 4.000 horas al año y sin tener en cuenta el consumo extra de los equipos, muy superior en los focos antiguos, tendríamos:
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- Halogenuro: 400 x 8 x 4.000 = 12.800.000 = 12.800 kWh/año, unos 1.900 €.
- LED de 150W: 150 x 8 x 4.000 = 4.800.000 = 4.800 kWh/año, casi 700 €.
- LED de 200W: 200 x 8 x 4.000 = 6.400.000 = 6.400 kWh/h, cerca de 950 €.
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Como vemos, podemos ahorrar en torno a un 50-60%.
Si a esto le añadiéramos los costes de mantenimiento y reposición de los focos convencionales, mucho menos duraderos que el LED, no cabe duda que actualizar la iluminación en una pista de pádel es una inversión muy recomendable y de rápida amortización.

Otras ventajas de la iluminación LED para pistas de pádel
Aunque el ahorro en el consumo energético ya es suficiente para justificar el cambio, la tecnología LED nos permite disfrutar de otras ventajas, por ejemplo:
Encendido instantáneo
A diferencia de otras soluciones tradicionales, el LED no necesita calentarse para emitir luz a máximo rendimiento. Esto nos permite reanudar el juego sin esperas ante cualquier interrupción inesperada como un corte de luz.
Mayor durabilidad
La vida útil de las luminarias LED es muy superior a la de otras tecnologías. Esto nos permite reducir los costes sustitución de luminarias y su mantenimiento.
Ausencia de materiales nocivos
Los focos de LED, a diferencia de otras opciones como HPS, fluorescentes, etc. no incorporan sustancias como el mercurio. Un elemento altamente contaminante que puede suponer un riesgo tanto para la salud de las personas como para el medio ambiente.